Es un instrumento que le ayudará a crear las bases para que su casa se convierta en un maravilloso hogar.
En Inglés los espacios de una casa que pueden servir para obtener un poco de privacidad, en un momento dado, se conocen como “away rooms”.
Hay varias formas de disponer un espacio para la privacidad, según el grado de aislamiento que se quiera conseguir. No es lo mismo un rincón para leer cerca de la chimenea, pero con una cierta comunicación con el resto de la vivienda, que una habitación, alejada y cerrada, para estudiar. O una sala familiar, que esté aislada acústicamente, pero comunicada visualmente con el salón o la cocina de tal forma que permita la vigilancia de los niños más pequeños, que una zona para jóvenes, más mayores, que quieran poder realizar actividades más ruidosas, como escuchar música o jugar algunos video juegos.
Cuando nos planteemos los grados de privacidad que deseemos, es interesante considerar los diferentes tipos de mensaje que transmiten las puertas. Por ejemplo, una puerta opaca cerrada transmite un mensaje de “no molestar”. Pero todo el mundo sabe que la misma puerta, si está abierta o entreabierta, puede transmitir un tipo de mensaje completamente diferente. Una puerta cristalera transmite una comunicación visual, aunque esté completamente cerrada. Además, si la puerta cristalera es doble, esta comunicación será aún mayor.
Hoy en día, cada vez se plantean más los espacios abiertos (con un mínimo de tabiques divisorios) en las distribuciones de las viviendas modernas. Esta tendencia influye fuertemente en la privacidad que algún miembro de la familia puede desear en un momento determinado. Como planteó el arquitecto Christopher Alexander, un espacio uniforme no puede servir igual para todo el mundo. Siempre debe procurarse que una o dos personas puedan aislarse temporalmente en él. Por ello, es una buena idea la creación de “alcobas” porque pueden proporcionar dicho aislamiento, sin destruir la imagen de espacio abierto.
Según la RAE, “alcoba” significa “dormitorio”. Pero en Ingles su equivalente es “alcove”, que tiene los siguientes significados, los cuales implican un uso bastante diferente y que son muy comunes en las casas Americanas: “un retranqueo conectado o formando parte de una habitación” o bien, “un hueco o nicho en la pared de una habitación para sentarse, leer, etc.”, o “una pequeña sala adyacente”, o “una glorieta”. Es evidente pues que, según estas definiciones, se trata de espacios que sirven para aislarse del resto de personas, pero de una forma relativa y no tan absoluta como transmite un dormitorio.
Si en nuestra casa disponemos de jardín, es también aplicable al mismo el concepto de privacidad, aunque en este caso estemos en un espacio exterior.
Hay varios sistemas para poder proporcionar cierta privacidad a un jardín y por supuesto dependerá del tratamiento que demos a dichos espacios exteriores. Por ejemplo, podemos contemplar el caso de que haya un spa. Si éste está situado de tal manera que quede un poco aislado de la casa y además no tiene techo, puede convertirse en un espacio ideal para relajarse contemplando el cielo o las estrellas.
En general, en los jardines podemos usar tres elementos para definir espacios, más o menos íntimos, y que son: los suelos y sus diferentes pavimentos para exteriores, los muros, que pueden ser completamente macizos como los de piedra, o ser simplemente vegetales, y los techos, más o menos calados, desde la completa ausencia de los mismos como hemos comentado con el spa a cielo abierto, semi-calados como es el caso de una pérgola o completamente cubiertos como puede ser un cenador.
Para sentirnos como en casa, aunque estemos en el exterior, las chimeneas, tipo barbacoa, son los mejores nexos visuales y psicológicos entre la casa y el jardín, puesto que muchas veces las paredes de dichas chimeneas forman también parte de las paredes de la casa, aunque pueda haber un cambio de material por razones de seguridad anti-incendios, ya que conviene proteger la estructura, la cual acostumbra a ser de madera en las casas Americanas.